domingo, 29 de mayo de 2011

MI CASA DE BREÑA




Mi casa de Breña era una casa gigante en donde podías esconderte sin que te encontraran cuando jugabas a las escondidas, o donde se podía hacer un gran partido de football de dos equipos de seis niños en un pasadizo de 5 metros, era un lugar mágico podías trepar por la azotea y ganarte con alguna vecina en ropa interior o solamente desafiar a al muerte caminando por los muros del tercer piso, muchas veces soñaba saltando ese muro y volar, siempre me quedo la duda si alguna vez me lance de verdad o solo fue una imaginación.

La primera en llegar a la casa fue mi abuela era el año 1944, era muy joven y ya cargaba a mi madre en su vientre, ella alquilo una de las siete habitaciones del 2do piso, conoció a su pareja un argentino bonachón que se llamaba Hugo, mi madre siempre lo recuerda como su papá porque le hablo las cosas claras desde niña, tenia un porte excelente de saco y sombrero digno de una carátula de cualquier disco de 33 revoluciones de Gardel. Mi madre nació ahí creció y conoció a mi padre, se caso, se separo y se quedo en Breña junto a mi abuela ya para aquel entonces éramos tres.

Recuerdo de niño haciendo una estrategia diferente con mi hermano para vencer a mi abuela, en realidad siempre luchábamos con ella era una costumbre, quizás una manía pelearnos a golpes, era algo que mi abuela no desaprovechaba y le gustaba.

Cristian y Yo tratamos de muchas formas darle el golpe perfecto pero siempre perdíamos, era el reflejo de una pelea de Smack down salimos volando a diferentes camas golpeados pero contentos, recuerdo una vez llevarlo de caballito a Christian mientras él le pegaba en la cara de mi abuela y yo aprovechaba pegándole en la barriga; ella no se hizo problema lo cogió a Christian de una mano y lo comenzó a cachetear, mientras a mí me lanzo a un mueble y se sentó encima mío, Sin mentir ella pesaba 80 kilos por aquella época, Esa fue la mejor pelea igual perdimos.

En la casa de breña había otros inquilinos pero mi madre no se llevaba bien con nadie y de a pocos todos se aburrieron y se fueron, mi madre siempre tuvo la visión de tener un solo lugar para todos no importa como pero sus deseos se volvieron realidad y ocupamos las 12 habitaciones del 2do y 3er piso.

Mi madre le dedico mucho tiempo los actos paranormal, eventos extraños que ella trato de curar con docenas de hechiceros, brujos, magos y oradores.

Yo no soy creyente de ese tipo de cosas pero hubo tiempos que veía cosas raras, recuerdo una vez estar en la sala con mi familia cenando en eso veo la cola de una serpiente saliendo de mi sala hacia el patio, no dije nada solo perseguí la cola que entraba hacia la cocina y luego se metió hacia una batea de ropa, busque y nunca la encontré, de ahí avise a todos buscamos con toda mi familia pero nada no había serpiente, al final nadie me creyó.

También hubo otra situación extraña como la señora de blanco que vi subir por las escaleras hacia mi azotea, por la silueta pensé que era mi hermana cuando fui a mi sala encontré con mi hermana, salí corriendo hacia la azotea y al mirar a la señora de blanco estaba en el muro hacia él vació y se lanzo desde lo alto, cuando me acerque al muro no había nadie. Esto no se lo conté a nadie porque dudaría que me creyeran. Después de años un vecino se lanzo por el mismo muro y quedo paralítico.

La casa habrá tenido mucho poder o algo que en cada generación teníamos muchos amigos que nos visitaban somos como un imán, en mi generación todos mis amigos conocen la casa en particular los del colegio cuando pogeabamos con las guías telefónica, y también la gente de mi banda ensayábamos con la primera y segunda formación en el campanario que era un cuarto en la azotea de la casa. Buenas épocas.

Recuerdo haber tenido varias mascotas un Gallo que se llamaba Kunta Kinte, y tres perros ;Tony, Bill (como tributo a Black Sabbath), Igor (aun vivo), ellos me acompañaron en diferente épocas de mi niñez y adolescencia, Hubo un día triste cuando mi abuela se fue de la casa con mi hermana, nos dejaron, nos sentimos solos porque mi mama también estaba acostumbrada a que la atiendan, mi madre se volvió cocinera en esa época probábamos muchos platos (experimentos) de mi madre que bueno de a pocos fue afinando, de igual manera la casa no fue la misma nos descuidamos ya no existía el desayuno en las mañanas o los manteles limpios, ni las cortinas de las ventanas, todo era un desorden nadie quería hacer nada menos Yo, Mi madre atribuye estos acotencimientos a los hechizos y a las brujerías pero creo que al final ya no sentíamos que la casa fuera la misma sin mi abuela y mi hermana.

Paso el tiempo y también decidí mudarme solo me dolió irme, pero ya era necesario las cosas llegaron a complicarse con todos creo que ya era momento de buscar otras cosas y eso muchas veces es un costo sentimental intenso, solo me fui y me fue mejor.

La casa siempre había sido alquilada mi madre tuvo un problema con el dueño de la casa e iba ser desalojada, a pesar de todas las error" conversaciones que tuvimos con ella para que salga de ahí, además que ya contábamos con un lugar para ella en otro departamento, pues ella no se rindió hasta el final, solo asumí que ella reclamaba lo suyo los años de vivencia del lugar donde vio caminar a sus cuatro hijos, solo quedaban mi madre e Igor, ella estaba dispuesta a todo tenia el revolver con seis balas y si alguien entraba pues lo descargaba todo de una sola, el dueño de la casa miraba con mucho miedo por que en aquella azotea donde vi alguna vez a una mujer de blanco que se lanzaba, ahora se veía a mi madre parada y Al costado su guardaespaldas Igor un boxer albino dispuesto a quebrar huesos con una sola mordida.

Pero felizmente las cosas no terminaron mal mi madre comprendió que ya era momento de dejara atrás todo y seguir adelante, el día que llegue con un camión para subir algunas cosas que quedaron me dio mucha pena ver la casa que nos había albergado durante casi 70 años a tres de mis generaciones, pero no se pudo hacer mucho solo di media vuelta y nos fuimos, creo que al irnos vi y escuche a muchos vecinos de la cuadra 7 de Varela que nos miraban con mucho respeto, me imagino que decían:

Esa era la casa de Doña Susana la gorda que cocinaba rico.
Esa era la casa de Hugo un bailarín de tango, busca pleito bonachon.
Esa era la casa de Doña Norma la que leía las cartas a todos, inclusive a famosos.
Esa era la casa de Susy la del Maria Auxiliadora amante de "Grease" y de "Fiebre de sábado por la noche".
Esa era la casa de Christian el único que te hace reír en un segundo sin hacer mucho con su TIC nervioso.
Esa es la casa de Igor del perro más guapo del barrio
Esa es la casa del Metalero de mierda que nunca nos dejo dormir con tanta Borrachera y ruido,

Que bueno que se ya no estén, comentaba alguna vecina de la cuadra 7 de Varela


Roco
Escrito el 18/02/10

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