miércoles, 24 de noviembre de 2010

APUESTA


Hace poco sé Caso mi amigo Juan quien se encontraba muy feliz por tan esperado evento, Invito a varias personas de la compañía donde laboramos. La recepción fue en la Molina en un local muy conocido, todos estábamos felices con el matrimonio de nuestro querido amigo y desde que llegamos la atención fue de primera.

Teníamos una mesa especial con una botella de vino y una botella Johnnie walker etiqueta negra, note que éramos diez personas en la mesa (entre amigos y parejas), mentalmente pronostique que el whisky no alcanzaría, particularmente a mí me encanta el whisky y tenia que asegurar una noche con mi trago preferido me serví la primera copa y me propuse hacer una apuesta.

El whisky se acabara en tres horas, la cerveza abunda, me parece que deberíamos tener otro whisky mas, verdad??? Mis amigos aceptaron respondiendo o moviendo la cabeza confirmando lo explicado.
Mire a mí alrededor y aun no se me ocurría nada para apostar, tenia que ofrecer algo que valga la pena para que cualquiera tome el reto de buscar un whisky más. Que podría hacer??? Que hago??? Era las preguntas que cruzaban por mi cabeza. En eso algo brillo, lo vi, lo mire bien y sí, ya tenia la apuesta para esta noche larga.

Pregunte: Quien seria tan valiente de traer otra botella de whisky a la mesa?? Todos se miraron y en coro respondieron: “borracho de mierda”, “toma chela no mas”, “para que más, si con esta botella alcanza para toda la noche”, y al final se escucho un comentario de un mariconsito: “Yo quiero Vino”.
A tales respuestas entre con la Apuesta Si me traen una botella de whisky yo haré algo. Ellos mordieron el anzuelo de la intriga, preguntaron; que cosa debían de hacer para que yo ganara otra botella, Antes dé responder los mire y acerque el vaso de diámetro extendido en donde se sirve solo whisky y saboreaba detenidamente el rico sabor de la madera que solo el etiqueta negra tiene.

Sencillo, cuando esta botella de Whisky que estamos bebiendo se acabe, me levantare de la mesa e iré directamente a la mesa del costado, como verán ahí esta sentado un señor peladito son saco del ejercito, me acercare y le meteré una sonora cachetada en la pelada, que dicen?

Todos voltearon y se mataron de la risa, las dudas llegaron al momento, ninguno de mis amigos me creyó. Yo me preocupe porque no sabia que iba hacer, Solo me ponía a pensar: porque hice esta apuesta si no la voy hacer, porque, mmmmmm a claro por el Whisky que de a pocos se me esta subiendo, ante la incredibilidad de mis amigos, solo decidí hacer varios Salud.

La fiesta empezó y la gente bebía en cantidades, había cerveza y tragos a elegir, pero yo solo quería whisky, observaba a mi apuesta como león a su presa y lo veía muy rígido me imagino por lo militar pero pasado el tiempo lo veía mas alegre (el trago nos cambia a todos incluido al mas serio). Aun así yo tenia miedo de acercarme al peladito militar y al parecer en la mesa se olvidaron de mi apuesta, me dio cierto alivio, seguíamos bebiendo las parejas bailaban con muchas ganas ante al algarabía de los payasos en zancos, globos pica pica y todo lo demás de la hora loca.

Seguía mirando mi botella que ya se acababa, pensé: hace cuanto hice la apuesta??? Y me respondí mirándome el reloj, así¡¡¡¡¡ hace 3 horas, pero ya no había mucho Whisky, entonces me pare de la mesa y todos me miraron asustados.
Tengo deberes sagrados que cumplir, solo quiero una botella de whisky aquí mis amigos me agarraron del brazo porque sabían que me dirigía a cumplir mi apuesta de meterle el lapo al pelado, pero no me detuvieron mire rumbo a la mesa del peladito. Mi objetivo era esa frente brillosa. No niego que no sabia lo que iba hacer pero bueno no podía quedar mal con mis amigos, solo escuchaba a la gente detrás de mí que gritaban: NOOOOOOOO MANUEL NOOOOOOOOOO¡¡¡¡¡¡

Estaba a tres metros cuando vi a mi amigo el recién casado que se acercaba a mi objetivo y lo alcanzo primero, lo abrazo y se sirvieron algunos tragos.
Llegue y los Abrase a los dos y ellos contentos me respondieron el abrazo y les dije: “Juan tu matrimonio ha sido excelente, la gente de la empresa esta feliz por la atención, me estoy divirtiendo de maravilla”, mire al peladito que lo tenia abrazado con mi brazo izquierdo y le pregunte: “No le parece Señor” y él me respondió “claro sobrino” ahí aproveche la emoción de lo celebrado y le metí un lapo en la pelada que sonó fuerte, seguido de un beso chupón en su frente, abuse de su felicidad, la cachetada aparentaba una casualidad era como darle en el hombre pero dando a entender que falle en la puntería.
Para que no parezca una burla abrase rápidamente a Juan el recién casado con una emotividad única.

Cuando me dirige a mi mesa creo que había dos desmayados no lo podían creer y los demás se reían a carcajadas, “Ya ven, que si se puede” comente. Esa noche gane la apuesta, no solo tuve una botella si no tres botellas de etiqueta negra que me lo gane con tal valentía de ebrio desesperado.

Al día siguiente ya en mi cama, me llamo una amiga y me contó todo lo sucedido, me dio mucho miedo de lo que podría hacer por una apuesta. Me tape con la sabana y no salí de la cama en todo el día.

Roco
Escrito el 26/01/10

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