martes, 9 de noviembre de 2010

MARY

Cuando mis viejos tomaron la decisión de separarse hubo muchos acuerdos económicos y de nuestra custodia me refiero a mi hermano y yo, parte del trato era nos quedaríamos en lima en la época del colegio y en mis vacaciones viajaría a Pucallpa; ahí pasaría los tres meses de verano con mi padre.

Al principio fue chocante saber que no estaría cerca de mi madre tenia 7 años y la extrañaba mucho. La primera vez que llegue a Pucallpa fue cuando mi padre tenía una tienda en la cuadra 6 de Coronel Portillo, era una tienda grande y ordenada, el viejo decidió ahí mismo acondicionar un lugar para vivir como una mini casa ya que el lugar tenia mucho espacio lo aprovecho.

En aquel momento mi padre no tenia pareja (al parecer jaja), recuerdo que todos los días almorzábamos en la calle, para mí fue un cambio drástico por el clima de la costa a la selva, era algo complicado vivir con mucho calor y por lo general todo los días paraba muy aburrido, estaba acostumbrado a jugar, correr y hacer todo lo que hace un niño de 7 años, Mi padre era mas serio y le gustaba que le preste atención al negocio.

Recuerdo que en la tienda solo habían chicas, una cajera, una contadora y cuatro vendedoras, una de ellas era Mary, ella tenia sus 18 años, mi padre la puso a cargo mío para que me atendiera y se ocupe de mi. Mary tenia un lunar muy bonito en su mejilla parecía Gloria Estefan pero con en el dejo charapa.

Me gustaba Mary porque era muy linda conmigo me engreía, me acariciaba y me enseño a vender en la tienda de mi padre, el viejo siempre fue mosca se abasteció de muchas cosas novedosas para esa región fue un buen tiempo para el, Ahí estuvimos día a día todos en esa tienda poniéndole fuerzas para trabajar, Mary me ayudo a no pasar días aburridos me sentía contento de conocerla y hacer mis vacaciones mas laboriosas y placenteras.

Mary siempre con su extraño acento charapa, le encantaba decirme: “Mi ñañito” ahora ya sabía limpiar con franela las motos, sabía envolver la vajilla y podía cambiar todas las pilas a los reloj de sala que vendía mi padre, también aprendí fácilmente la lista de precios de los artículos de la tienda y lo sabía al revés y al derecho.

Los primeros días ella decía que seria mi novia y se lo comentaba a todas las chicas de la tienda me daba besos en la mejilla y yo me sentía feliz ya no extrañaba a mi madre que estaba lejos porque Mary me dio ese lindo detalle de protegerme, Yo me sentía todo un hombre porque ella me había dicho que yo seria su novio cuando fuera grande.

La primera vez que me baño me sentí avergonzado yo no quería pero ella insistió, me lavo todo el cuerpo. Esa fue la primera vez que sentí que una mujer me acariciaba suavemente, después me secaba y luego me vestía con mucha paciencia y amor. Un día mientras me secaba me dio un beso en los labios y me puso sobre ella, fue un día muy especial no entendía lo que pasaba pero me sentí muy feliz, solo me imaginaba ser el galán de la telenovela que veía mi abuela "Viviana" pero la canción la adaptaba como "Mary", me imaginaba llegando en una de muchas escenas en donde le podía decir:

Mary mi dulce Mary cuando sea mayor volveré por ti y nos casaremos
y ella respondía:
"Claro, Manuel Renato te esperare eternamente"

Así de a pocos transcurrieron los tres meses y antes de volver a Lima, un joven alto fue a la tienda y pregunto por Mary., Yo respondí: ¿Quién, mi Mary??, El Joven me mira y sonriendo me dice: - que lindo niño, eres tu quien cuida a Mary mientras yo estoy de viaje?.

Me quede frió, traicionado y herido, solo camine y me fui a mi cuarto, aquel cuarto donde Mary me había dado el primer beso que no supe como responder, llore desconsoladamente, odie ser menor de edad, quería mil veces ser grande para pegarle a su novio y ser la pareja ideal para Mary, ese día salía mi vuelo para volver a Lima mi padre fue conmigo al aeropuerto y Yo no veía a Mary por ningún lado solo pensaba que estaría feliz con su novio mientras yo me sentía Fatal, cuando pasamos a la sala de embarque para entrar al avión, tocaron el vidrio que dividía la zona de espera voltee y era Mary quien me miraba y me decía adiós con su mano, la mire y le di un adiós con un beso volado (como me había enseñado mi madre)

Hoy recordando me pregunto a mis 37 años, como quisiera volver a esa época y no ansiar ser grande quedarme detenido en el tiempo y caminar con Mary por Yurimaguas comiendo guayaba sentarnos a descansar y mirar el atardecer que va cayendo en él rió, despreocupado y relajado con ese olor clásico y natural de la madera quemada. Quiero caminar contigo Mary y sentirme niño otra vez, pero eso si quisiera ser grande para pegarle al cretino de tu novio.

Roco
Escrito en algun dia de Noviembre del 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario